En esta época de desestabilización y crisis económica, en la cual nos hayamos sumergidos actualmente y aprovechando el buen clima habido entre el Presidente del Gobierno y el líder de la oposición, me parece razonable que no solo sean gestos y que por otra parte el Partido Popular tenga derecho a mostrar su opinión sobre como se esta abordando, por parte de los órganos que tienen la responsabilidad de gobernar a los ciudadanos, la crisis y siempre que sea en la coyuntura de ayudar constructivamente pues aporte ideas y bajo su juicio soluciones.
Así lo hizo el líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijoo, tras una reunión con una treintena de profesionales de la hostelería. En concreto avanzo que su propuesta es la de incluir en el programa electoral del Partido Popular para las próximas elecciones autonómicas la rebaja del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de un 7% a un 5% como le reclama y demanda el sector.
Es lógica esta pretensión por parte del sector de la hostelería ya que Pontevedra ha sufrido el retroceso turístico, en mayo, de entre un 20 y un 30% y que por parte del sector de la hostelería no se augura un buen Agosto.
Por parte del Gobierno regional gallego, de forma acertada el Conselleiro de Economía y Hacienda, anunció el lunes pasado la congelación para el año 2009 de los sueldos de los altos cargos y directores de las empresas públicas de la Administración gallega.
Aunque teniendo también en cuenta la negociación llevada a cabo por el Gobierno socialista para sacar adelante la ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2009, va a ser difícil alcanzar acuerdos en materia económica y más aun cuando por parte de los separatistas de CiU y PNV ya amenazan con retirar el apoyo al Ejecutivo de Zapatero, “si no se consigue una nueva financiación para Cataluña”, según palabras textuales del portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados (España), Josep Antoni Duran i Lleida y con la amenaza de nuevo secesionista vertida por el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados (España), amenazando al Gobierno de que levante la suspensión impuesta por el Tribunal Constitucional para un eventual apoyo al Ejecutivo de Zapatero a los Presupuestos Generales del Estado para el año 2009.
Con este panorama, es imposible gestionar bien una crisis que nos afecta a todos por igual y aun es más difícil de llevar cuando las amenazas secesionistas siguen al Gobierno de la Nación acechando de la forma más inesperada.
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