Adiós con el corazón

Este título lo podría aplicar en la práctica si realmente lo sintiera, pero por fin la noticia de la sustitución de Federico Jiménez Losantos, al frente en la actualidad del programa matutino “Las mañanas de COPE” va cogiendo forma.
Lo que antes solo eran rumores ahora va cogiendo forma, la Conferencia Episcopal, accionista mayoritaria de la cadena COPE, se ha puesto manos a la obra para sustituir a Jiménez Losantos. Los motivos de esta sustitución se deben fundamentalmente ha que el locutor de la COPE se ha sentado en numerosas ocasiones en el banquillo de los acusados, de los tribunales, derivando en un “importante escollo en las relaciones Iglesia-Gobierno”, según aseveraba el embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez.
Es curioso observar como hasta la Iglesia Católica y concretamente en España su órgano de gobierno, la Conferencia Episcopal, se desmarcan de la línea radical seguida por el locutor de la COPE (Losantos).
No obstante, el problema de la Iglesia Católica en España no es un problema de forma sino de fondo, ya que la legislatura anterior se encargaron de confrontar civilmente a los ciudadanos y no solo contentos con eso, fueron tan osados de proclamar a los cuatro vientos, en alguna ocasión, que el cambio abierto y plural de España (concretamente por la ley que modifica el Código Civil, en lo referente al matrimonio CIVIL, permitiendo que lo contraigan personas del mismo sexo, además de por la asignatura no adoctrinante conocida coloquialmente como Educación para la ciudadanía) iba a proceder a la disolución de la democracia.
Pero remitiéndose al tema principal de esta entrada, no es de extrañar que quieran buscarle sustituto a Jiménez Losantos ya que los datos del Estudio General de Medios no solo colocan a la COPE en tercer lugar de audiencia (tras la SER y Onda Cero) sino que además se prevé un descenso en la publicidad, que redunda directamente en contra de los beneficios de la cadena.
Los nombres barajados para dicha sustitución van desde Carlos Herrera, la llegada de este locutor de Onda Cero a la cadena episcopal aseguraría un nivel estable de oyentes, además de conservar y aumentar la facturación del programa matinal. Otros nombres de fuera de la COPE son como el del conocidísimo a “vox populi”, Alfredo Urdaci no obstante este periodista por su pasado en RTVE, le convertiría en blanco fácil de críticas, también suenan rumores en torno a Ernesto Saénz de Buruaga y, en menor medida, Antonio Jiménez (este último apoyado por el sector moderado de los obispos).
No obstante la lista anterior se centra en los externos a la COPE, pero en su seno interno se baraja la opción de Cristina López Schlichting, esta ultracatólica es defensora, a ultranza, del ideario de la cadena. Pero tiene un contra que en su programa de tarde tiene una audiencia claramente a la baja. Otro nombre de dentro de la COPE, sería el del director general de contenidos, José Luís Restan, o locutores como Rafael Escalada o Rafael Sánchez, suenan en la lista de los posibles sustitutos.