jueves, 24 de julio de 2008

Cuando el despropósito se hace ley

En mi larga lista de despropósitos, vertidos por nuestra clase política y gobernante, este sin duda queda en los primeros clasificados y por lo tanto merece ser denunciado en mi blog. Este despropósito tiene como protagonista el conocidísimo a “vox populi” y Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi.
Este señor por no tildarlo directamente de “sinvergüenza”, un espécimen muy común encontrarlo en la clase política, ha impulsado a través de su Ministro de Justicia, Angelino Alfano, una ley que impide los juicios contra los cuatro cargos más importantes del Estado italiano, en concreto del Presidente de la República, el Primer Ministro, y los Presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado. Tal ley contempla la suspensión de procesos penales iniciados incluso antes de acceder a los cuatro altos cargos mencionados anteriormente.
Según su autor, Angelino Alfano, el texto de la ley “ni es prematuro, ni tardío, es justo”. Pero este señor me pregunto yo; ¿qué entiende por justicia?. Porque la verdad es que esta ley quiebra el principio de que todos somos iguales ante el imperio de la ley, además de demostrar de forma tácita los abusos de poder cometidos por la clase gobernante.
No obstante tal despropósito de ley tuvo en el Senado el voto favorable de 171 Senadores, 128 Senadores en contra y seis abstenciones.
La oposición del centro-izquierda ha manifestado, de forma acertada, que Berlusconi ha creado una ley a su medida para librarse de los casos pendientes contra el. Entre los casos que el Primer Ministro, Silvio Berlusconi, tiene pendiente con la justicia se encuentra el de haber ordenado el pago de 600.000 dólares (unos 387.000 euros) al abogado inglés David Mills como recompensa por no revelar, durante dos juicios en los que participó en calidad de testigo, informaciones sobre dos empresas, abiertas según la fiscalía para lavar dinero negro.
Estos episodios de corrupción no son nuevos, es más aquí en España podemos citar casos relevantes de corrupción como los acontecidos en Marbella, por destacar uno de los sin duda casos más llamativos y de más repercusión mediática de nuestro país. E incluso en un ámbito más próximo al nuestro la substracción de 30.000 euros de la tesorería del ayuntamiento de Ourense, dinero público en resumidas cuentas de todos los contribuyentes.
Pero; ¿hasta cuando los ciudadanos, tenemos que soportar esto?. Me da igual que el grupo de gobierno lo conformen conservadores que progresistas.¿Nos han aborregado tanto que ya no distinguimos el bien del mal?. En mi modesta opinión lamento decir que si, pero también me gustaría transmitir a través de mi blog una reflexión de evaluar los hechos de forma objetiva.

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